Tengo una sugerencia para ti: no intentes hacer todos los cambios a la vez. De hecho, trata de concentrarte en tres pequeños cambios al mes hasta finalizar el año. Si trabajas en establecer sólo tres nuevos hábitos al mes, no te sentirás abrumado por tratar de concentrarte en demasiadas cosas a la vez. ¡Al final del mes, los tres nuevos hábitos serán parte de tu rutina!
Piensa primero en lo que te gustaría trabajar.
Digamos que quieres reducir tu consumo de azúcar. Tus objetivos dietéticos podrían ser:
- Comer fruta de postre en lugar de galletas
- Reducir mi consumo de refrescos a la mitad
- Cambiar de yogurt endulzado a yogur natural.
Tal vez comer demasiada grasa es el problema. En ese caso, tus objetivos alimenticios podrían ser:
- En lugar de papas fritas con mi almuerzo, comeré una ensalada.
- Cambiar el aderezo de ensalada normal por uno bajo en grasa.
- Tomar mi café con leche descremada en lugar de leche entera.
Si lo que necesitas es controlar las porciones, tus objetivos podrían verse así:
- Usaré platos más pequeños cuando coma en casa para controlar mis porciones.
- Cuando salga a comer, le pediré al camarero que ponga la mitad de mi comida en un recipiente para llevar a casa y me sirva el resto.
- Pesaré y mediré mis porciones de comida unas cuantas veces a la semana para asegurarme de que me mantengo en el buen camino.
Este es el momento en el que vamos a adoptar un enfoque diferente en los objetivos de la dieta. Haz estos pocos cambios, toma un mes para adaptarse, y luego continua con estos cambios mes tras mes.
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