Si tienes la piel opaca o escamosa, si tiene una textura áspera o un tono descolorido, deberías considerar la exfoliación. Si tienes la piel hinchada, brillante e irritada, puede que te estés exfoliando demasiado.
Estoy segura que en algún punto de tu vida la importancia de utilizar un exfoliante facial se convirtió en algo obvio. Tal vez ya lucías una piel opaca o escamosa, con una textura áspera o un tono descolorido. Sin importar el motivo, estoy segura que después de exfoliarte la primera vez, pensaste, “¡Caramba!, ¿por qué no hice esto antes?”
La exfoliación, o el restregar la piel, es el proceso para remover las células muertas que se acumulan en la superficie. Cuando remueves las células muertas, revelas las células nuevas que se encuentran debajo de la piel de forma instantánea. La piel luce más radiante y definitivamente se siente más suave y tersa como resultado. Y sinceramente, puede que te veas más joven y con una apariencia más rejuvenecida después de exfoliarte bien. Pero, la pregunta es, ¿cómo algo que se ve y se siente bien puede ser dañino para ti? Desafortunadamente, la respuesta es sí. Tu sí puedes obtener demasiado de algo bueno.
Si te estás exfoliando demasiado, vas a ver algunos cambios leves en la piel. Estos cambios pueden verse en la apariencia de la piel o en su textura. Enrojecimientos, irritación, zonas secas y tensión de la piel son algunos efectos que puedes tener cuando lo haces de más.
Existen otros indicios a los que debes de prestar atención para determinar si estás exfoliando la piel demasiado:
Irritación
La mayoría de las personas no relacionan las irritaciones con la exfoliación. De hecho, muchas personas creen que si tienen alguna irritación, necesitan exfoliar la piel para limpiar los poros. Pero definitivamente puedes experimentar irritaciones si estás restregando la piel demasiado. Cuando restriegas la piel, estás buscando una limpieza profunda de los poros, pero cuando lo haces demasiado frecuente, puedes terminar con el efecto opuesto. Nunca pongas en riesgo las células de la piel saludables, ya que éstas son las que protegen la humedad natural de la piel. Cuando restriegas la piel de más, interrumpes la humedad natural, lo que puede causar hipersensibilidad, creando irritaciones. Cuando esto ocurre, no puedes culpar a otro más que a ti mismo. El evitar irritaciones debería de ser un motivo suficiente para que no exfolies la piel demasiado.
La frente brilla como un espejo
Si te das cuenta que la frente está muy brillante, existe la posibilidad que estas exfoliando la piel demasiado. La luz tiene la habilidad de reflejarse en las partes de la piel que se han exfoliado de más, porque son áreas muy lisas y sin tejido. Piensa cuando conduces tu auto por la carretera. Durante un día normal puedes ver las piedras, los huecos y los baches sobre la carretera. Ahora, al conducir sobre la misma carretera en un día lluvioso, la carretera se verá brillante y suave como un vidrio. Lo mismo ocurre con la frente, pero con una perspectiva diferente debido al reflejo de la luz. Entonces, si tienes la frente un poco brillante, deja de exfoliarte. Una vez que el brillo desaparezca, puedes comenzar nuevamente. Solamente hazlo suavemente.
Te ves hinchada
Aunque no lo creas, si ese reflejo en el espejo se ve un poco hinchado, puede que sea por exfoliarte de forma excesiva. El exfoliarse de más puede causar inflamación y puede dañar la barrera de la capa lipídica. Y, no importa si utilizas un exfoliador físico, uno que contenga gránulos y partículas que elimine las células muertas, o, si estás utilizando un exfoliador químico donde ciertos ingredientes en específico destruyen las células muertas. Si estás exfoliando la piel de más, puede que te veas hinchada o inflamada.
Para obtener los resultados que estás buscando con un exfoliador facial, sigue los siguientes pasos:
- Siempre hazlo suavemente. Masajea el exfoliador sobre la piel con movimientos circulares. No estás haciendo esculturas de madera. Esta piel es delicada, así que trata la piel con cuidado.
- Evita exfoliarte de más durante los meses de verano. Al menos que seas muy estricto utilizando un bloqueador solar, la piel recién exfoliada no tiene las mismas barreras que la piel que no ha sido exfoliada. Asegúrate de aplicar un bloqueador solar 15 minutos antes de salir.
- Utiliza un suero y un humectante después de exfoliarte la piel para recuperar la hidratación perdida. Puede que te des cuenta que estás obteniendo resultados geniales al utilizar otros productos para el cuidado de la piel. Al remover esta barrera de piel muerta regularmente, estás permitiendo que la piel absorba otros productos.
Asegúrate de incluir un exfoliante facial suave a tu régimen de cuidado de la piel, y exfolia la piel de una a tres veces por semana, cuanto sea necesario. Deja que la piel descanse unos días entre cada exfoliación para que no la irrites y termines con una reacción negativa. Para algunas personas, una vez a la semana es suficiente. Solamente tú conoces tu piel. Y recuerda, no solamente la cara se beneficia de una exfoliación, el cuerpo también se beneficia.
Los beneficios de exfoliación son maravillosos cuando lo haces cuidadosamente y tienes cuidado. Solamente recuerda cuidar la piel, ya que la piel más saludable es siempre la piel más hermosa.
Redactado por la experta en belleza Jacquie Carter. Jacquie es la Directora de Nutrición Externa en Herbalife. Descubre la línea de Herbalife SKIN® aquí.
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