Un enfoque para tomar decisiones alimenticias más saludables puede motivarte más que el preocuparte en lo que pasará si continúas alimentándote de forma incorrecta.
¿Qué te motiva a cuidarte mejor?
Cuando decides que es tiempo de comer mejor y de hacer más ejercicio, ¿qué es lo que anima? Si eres cómo la mayoría de las personas, lo que te motiva a cuidarte más es la promesa de que vas a mejorar tu persona.
Cuando decides que es tiempo de comer mejor y de hacer más ejercicio, ¿qué es lo que anima? Si eres cómo la mayoría de las personas, lo que te motiva a cuidarte más es la promesa de que vas a mejorar tu persona.
Quieres estar en forma para verte mejor, o sentirte mejor, o para tener más energía, o para ser más productivo, todos los beneficios en los que te puedes enfocar (y experimentar) mientras te esfuerzas en hacer cambios positivos a tu dieta y a tu estilo de vida.
En efecto, la mayoría de las personas encuentran motivación al enfocarse en las cosas positivas que pueden hacer para cuidarse mejor, y los resultados que obtendrán. Pero la mayoría de lo que lees sobre dieta y nutrición tiende a enfocarse más en lo negativo (en lo que no tienes que hacer) en lugar de inspirar a los lectores con un mensaje positivo.
Los profesionales en la salud, por lo general, también ponen énfasis en lo negativo, como un esfuerzo para que los pacientes entren en acción. Un cliente una vez me dijo que su cardiólogo le dijo, “Esto ocasionará un ataque al corazón en cualquier momento”; otro escuchó de su internista, “Si continúas haciendo esto, vas a pesar 500 libras”. Pero ninguno encontró estas tácticas de intimidación (o peor, tácticas rudas) como una forma de motivación.
Entonces, fue interesante leer un artículo que se publicó el año pasado1 que trataba esta desconexión. El autor revisó más de 40 estudios que examinaban cómo el público respondía a los diferentes mensajes de salud y de nutrición, y encontró que la persona promedio respondía mejor cuando el mensaje se presentaba de forma positiva (por ejemplo, “come más frutas y verduras para una mejor salud”), en vez de un mensaje negativo (por ejemplo, “la falta de frutas y vegetales en la dieta aumentan el riesgo de enfermedades cardiacas”).
Pero resulta que los profesionales en la salud, que por lo general son los que escriben estos mensajes de nutrición, tienden a enfocarse en (y responden a) los mensajes negativos.
El autor concluyó que aquellos que usan mensajes de salud y de nutrición necesitan ser más cuidadosos con su audiencia. Ellos dicen que los mensajes negativos son “ineficientes a la hora de reducir el comportamiento que están tratando de corregir”, mientras que los mensajes positivos, crean una “motivación hacia el comportamiento deseado”.
Esto no es sorpresa, ya que por lo general las personas tienden a hacer cambios positivos en sus comportamientos alimenticios y en su rutina de ejercicio cuando se enfocan en los beneficios que obtendrán, en vez de los riesgos que ocurren al no hacer nada.
Pero debido a que los medios se enfocan en lo negativo, puede que tengas que practicar para transformar estos mensajes de salud negativos en algo positivo, y practicar en ser tu propia forma de apoyo personal.
Pero debido a que los medios se enfocan en lo negativo, puede que tengas que practicar para transformar estos mensajes de salud negativos en algo positivo, y practicar en ser tu propia forma de apoyo personal.
El continuar recordándote que vas a “terminar con problemas grandes” si no comienzas a alimentarte mejor, podría no ser suficiente para tomar acción, por lo menos no hasta que los “problemas grandes” sucedan.
Mejor, mantén la mira en la meta. Enfócate en todos los beneficios que experimentarás una vez que te deshagas de los comportamientos nocivos y los reemplaces con opciones saludables de alimentos y más actividad. No toma mucho tiempo en ver resultados, puede que te sientas con más energía física o mental, o notes que duermes mejor, o que el sistema digestivo está funcionando mejor. Toma nota y recuerda cómo te sientes, ya que realmente te pueden ayudar a seguir adelante.
Confía que lo que estás tratando de lograr es algo realista. Sé optimista sobre la posibilidad, pero también acepta (y espera) que pueden ocurrir cosas que te retrasen. Esto es parte del proceso.
Lo que te motiva para hacer cosas difíciles en la vida no es solo el creer que puedes lograr tus metas, sino también la recompensa que obtendrás al final. Esto hace que el esfuerzo valga la pena.
1Wansink and Pope Nutr Rev. 73:4, 2014.
Susan Bowerman es Directora de Capacitación sobre Nutrición en Herbalife. Susan es un dietista certificada y especialista certificada por la Junta Dietética Deportiva.
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